sábado, 26 de septiembre de 2009

ANALIZAMOS HOY A LA BOGA



Se lo llama Boga o Bogon. Pertenece a la subfamilia Leporinae, de leporinus, que significa lo perteneciente a la liebre, por los dientes.

Caracteres generales:
Son peces que alcanzan buen tamano y peso, proximo a los diez kilos, en ejemplares adultos y bien desarrollados. Tienen boca pequeña y de labios debiles, en cambio sus dientes son fuertes e inclinados como los de un roedor, lo que explica que puedan sacar los granos de una espiga de mai­z, de las que se sumergen para servir de cebadero. Tienen los flancos de un color plateado opaco, con tres manchas oscuras en su aspecto general se parecen al sabalo, pero su diferencia se nota rapidamente por los dientes.
Estos peces desovan en primavera y los ejemplares de mayor tamano se encuentran aguas abajo del Parana medio hasta el Plata; tal vez la causa sea que siendo su alimentacion omni­vora, especialmente cereales, encuentran facilmente su comida, dada la gran cantidad de muelles de carga para barcos de ultramar que llevan mai­z y trigo.

SU PESCA

Una de las formas tradicionales de la pesca de la Boga, es aquella que se practica en muelles, donde previamente y a comienzo de la temporada se produce el cebado de la zona de pesca, el que se realiza sumergiendo bolsas de maíz, previamente perforadas para que al transcurrir el tiempo vaya saliendo y formando los clásicos cebaderos que aglutinan a estos ciprínidos. También suelen concentrarse en los puertos donde se realiza la carga de granos y cereales. Si la intentamos embarcado, tendremos que fabricar el cebadero, sembrando porciones de maíz en los aledaños de nuestra embarcación.


No debemos desechar tampoco el uso de carnadas tales como trocitos de corazón vacuno fresco, salamín, longaniza, salchichas, pequeñas Mojarras o filetes, y granos de maíz remojado enhebrados en el anzuelo. No olvidemos la tradicional pasta basada en harina de maíz y otros compuestos, los cuales prenderemos al anzuelo formando una pequeña perita o bolita, ¡ojo!... siempre dejaremos la punta del anzuelo a la vista, y al primer toque de la presa no nos apuremos, la Boga es muy celosa, y efectúa un pique desconfiado (además roe la carnada); en forma distinta aflojará la línea o realizará pequeños tirones, será la hora de efectuar una suave pero firme clavada y mantener una constante tracción en el reel, dado que si aflojamos o detenemos la tracción, seguramente emprenderá un veloz escape. No olvidar que posee débiles labios y o nos apresuremos a capturar la presa, disfrutemos de ella, permitámosle realizar pequeñas corridas y así agotar algunas de sus fuerzas.

Así es el regocijo de este deporte; otorguémosle su defensa, y mayor será nuestra satisfacción.

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